Espárragos de China y judías de Marruecos: el origen de los productos que compramos en el supermercado
OKDIARIO ha ido a comprar algunos alimentos a un supermercado para conocer su verdadero origen
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Las frutas y verduras adquiridas por este periódico revelan que los alimentos y productos que se encuentran en el supermercado vienen de muchos países: Marruecos, China, Costa Rica, Guatemala o Sudáfrica.
Productos extranjeros en el supermercado
En concreto, las uvas blancas sin semillas compradas en un supermercado pertenecen a una empresa murciana, pero la etiqueta muestra que su origen es Sudáfrica. Además, este producto cuenta con un código de barras que comienza por 84.
Por su parte, los espárragos blancos adquiridos de una famosa marca española son, en realidad, de China. Este envase también tiene un código que empieza por 84. En tercer lugar, las moras que este periódico ha comprado provienen de una empresa de Segovia, pero su origen real es Guatemala.
Las judías de una empresa navarra son, en realidad, de Marruecos. Este tipo de hortaliza ha sido una de las protagonistas en las últimas semanas. En concreto, este periódico desveló que las judías marroquíes contienen pesticidas que triplican los límites establecidos por la normativa de la Unión Europea.
Así, unos análisis solicitados por agricultores a un prestigioso laboratorio privado revelaron que las judías provenientes de Marruecos poseen 0,029 mg/kg (miligramos por cada kilogramo) de benzoato de emamectina B1 a, uno de los pesticidas que se utilizan para el tratamiento de las hortalizas con el fin de reducir la presencia de insectos en las plantaciones, algo que triplica los límites del Reglamento nº 293/2013 de la Comisión Europea.
Por último, este periódico se ha hecho con unas piñas. En su envase, el producto contiene una etiqueta en la que consta «elaborado en España». Sin embargo, un poco más arriba se revela la verdadera procedencia: «Origen: Costa Rica».
Los problemas con el etiquetado
Por tanto, esta sencilla cesta de la compra muestra cómo muchos de los productos que parecen españoles son, verdaderamente, procedentes del extranjero. Si algún consumidor busca de forma intencionada alimentos de origen español, ha de fijarse detenidamente en la etiqueta y, especialmente, en la letra pequeña. Pero esto no siempre garantiza con seguridad que el alimento sea 100% español.
Aun así, hay algunos datos relevantes sobre la información que debe de constar en los envases. Según Berta Vilariño, dietista y nutricionista, «el etiquetado debe incluir el país de origen o el lugar de procedencia». Sin embargo, esto puede resultar confuso en algunas ocasiones: «Por ejemplo, en el caso de las fresas, si se cultivan en Marruecos y todos los procesos son allí, en la etiqueta debe poner Origen: Marruecos».
En cambio, «si intervienen dos países en la elaboración, en la etiqueta debe indicarse como país de origen aquél en el cual se ha hecho la última transformación de su ingrediente principal, el cual tiene que representar más del 50% del alimento», explica la profesional.
Si, por ejemplo, «las fresas son cultivadas en Marruecos y luego se envasan en España, según el Reglamento (UE) 2018/775, se debería indicar España como país de origen debido al envasado en ese lugar, y adicionalmente, especificar Marruecos como lugar de procedencia».
Por su parte, la OCU asegura que es muy complejo averiguar de verdad el origen de los productos que compramos. Ante un mensaje difundido por redes sociales que indicaba que los productos de origen español se detectaban al revisar si su código de barras comenzaba por «84», la asociación tenido que salir a desmentirlo.
Así, la OCU precisa que «los códigos de barras son un sistema de codificación que se usan únicamente para la gestión logística del producto, entre otras cosas, al pasar por la caja en el supermercado». «Desde hace tiempo corre por las redes sociales un bulo relacionado con los primeros dígitos del código de barras», sentencia la organización. De hecho, todos los alimentos adquiridos por OKDIARIO contenían un código de barras que comenzaba por esa cifra.
En definitiva, para conseguir conocer con exactitud la verdadera procedencia de un producto, los españoles deberán pedir cambios legislativos, pues la normativa actual no establece la obligación de ofrecer este tipo de información en los envases.